Risquez quiere rodar una película sobre Armando Reverón,
cuyo guión sería de Leonardo Padrón, quien escribió el de "Miranda" (Vicente Correale)
"Considero que darle 18 millones de dólares a una sola persona (Glover) es poner todos los huevos en una sola cesta"
Diego Rísquez (1949) es sin duda uno de los cineastas más consolidados de Venezuela. Con 37 años de carrera, cuenta entre sus películas con Bolívar, sinfonía tropikal (1980), Orinoko, nuevo mundo (1984) y las taquilleras Manuela Sáenz (2000) y Francisco de Miranda (2006). Rísquez fue además presidente de la Asociación Nacional de Autores Cinematográficos (ANAC) durante 2000-2003.
Para un hombre que se encuentra tan involucrado en el mundo del cine venezolano no es ajeno el hecho de que se pretenda desconocer por parte del Ministerio del Poder Popular para la Cultura, la actividad que los gremios han llevado a cabo por 30 años. Pero más allá de la coyuntura y de una de las gotas que derramó el vaso (la película que dirigirá Danny Glover sobre el líder haitiano François Dominique Toussaint-Louverture, donde el Estado venezolano participará con 38 millardos de bolívares), hay un cine, una industria, muchos sueños, de los que habla el realizador en esta entrevista.
-La decisión del Ministerio de romper con los gremios se da paralelamente con la crítica que éstos hicieron a la coproducción con Danny Glover. ¿Qué opinión le merece lo que está pasando?
-Mi postura es muy sencilla: considero que darle 18 millones de dólares a una sola persona (Danny Glover) es poner todos los huevos en una sola cesta. Es tanto el esfuerzo de hacer una película en Venezuela: según el CNAC (Centro Nacional Autónomo de Cinematografía), cuesta un millón de dólares (...) Entonces gastar 18 millones de dólares en un solo proyecto me parece que es una falta de meditación. Una película venezolana genera 100 empleos directos y alrededor de 1.000 empleos indirectos, hay una cantidad de gente que se beneficia.
-Pero el Estado argumenta que esta película dará espacio al cine venezolano en el exterior con una figura de renombre, que generará empleos, plazas para pasantes...
-Perfecto, pero estamos hablando de 18 millones de dólares, con los que se podrían hacer al menos 18 películas en Venezuela. Seguramente, la película de Glover en vez de tener 100 personas involucradas en el proyecto, como es una superproducción, tendrá 300; y en vez de 1.000, se van a beneficiar 3.000, pero eso es en un tiempo de cuatro meses. Nosotros cada vez que hacemos una película metemos en cada departamento aprendices, muchachos jóvenes, eso por un lado. Si me dicen que este es un caso inédito, es mentira: aquí vino a filmar Steven Spielberg, rodó una parte de Aracnofobia, han venido los españoles, vino Disney, han venido los franceses, los italianos, pero la gran diferencia es que esta gente traía capital exterior y lo gastaba en Venezuela. Qué me van a decir: ¿que es por la unión latinoamericana? Puede ser, pero ¿por qué es un líder afrodescendiente? Pero si nosotros tenemos muchos héroes afrodescendientes que podríamos rescatar también: tenemos al Negro Primero, al Negro Miguel, a Josefa Camejo y pare usted de contar. Entonces yo no entiendo la actitud del ministro cuando el gremio o personas como yo estamos diciendo que no es correcto entregarle 18 millones de dólares a una sola persona.
-¿Por qué pasan de un momento de armonía con el Estado a esta ruptura?
-Eso es lo que resulta inconcebible, porque nosotros podemos tener diferencias, pero las diferencias se discuten, para eso somos personas adultas. Yo no tengo por qué opinar como tú en todo y tengo todo el derecho a disentir en un momento dado, eso es normal en la vida. Nosotros hace tres meses, después de muchas discusiones con el cine, logramos establecer unas mesas de conversación con lo que es la Plataforma del Cine y el Ministerio.
-Aunque Juan Carlos Lossada, coordinador de dicha Plataforma, dice que no se llegó a acuerdo alguno...
-Yo no te puedo hablar de las siete mesas, pero en la número uno, en la que estaba también Lossada e Iván Zambrano (presidente de ANAC), creo que se avanzó en ciertas posiciones y se llegó a ciertos acuerdos.
-¿Como cuáles?
-Por ejemplo, yo no puedo estar en contra de la Villa del Cine porque es una cosa que beneficia a todos los cineastas, yo puedo estar en contra de una política del ministro a lo mejor, cómo maneja la Villa, pero yo tengo una crítica muy específica que es: si nosotros después de tantos años habíamos logrado que existieran jurados de selección, para que la gente sintiera un poco más de seguridad y tuviera la sensación de transparencia, si en el CNAC hemos tenido una Comisión de Estudio de Proyectos, donde hay distintos sectores, con profesionales de carrera, por qué en la Villa no puede existir.
-Pero las autoridades del cine insisten en deslindar la labor del CNAC y la de la Villa; por otra parte, han ratificado que el Estado tiene derecho a ser discrecional en la asignación de ciertos proyectos ¿Cuál fue el acuerdo entonces?
-Esa es una cosa de afuera pa' dentro y no de adentro pa' fuera, porque esa sugerencia que yo expuse fue aceptada y me llamaron hace dos semanas para que yo fuera jurado de los proyectos de largometraje. En esa comisión están Chalbaud, Carmen Roa, Carmen Luisa Cisneros, Laura Romero.
-¿Cómo combatir la aparente intención del Ministerio de dividir y crear gremios paralelos?
- Yo creo que el cine es un medio absolutamente combativo. Yo creo que cada quien tiene su conciencia como para opinar y cada quien hablará de sí mismo. Yo tengo una trayectoria en el cine, mucho antes de que esta temática del cine histórico apareciera en pantalla, entonces a mi no me van a cortar con ese cuchillo de cartón, ahí están mis películas. Ahora, el hecho de que tú como ministro de turno me digas que no tengo derecho a disentir, yo no estoy de acuerdo, lo siento mucho, yo sí estuve en las discusiones, participé en la mesa número uno, para qué, para tratar de colaborar en que el cine venezolano sea cada vez mejor. Nosotros tenemos una Ley por algo: porque hemos sido el gremio más combativo que ha habido en el mundo del arte, no puedo aceptar que te manipulen, que tienes que hacer esto porque sí, yo hago las cosas por mi conciencia.
-Lossada criticaba recientemente que estar centrados exclusivamente en el tema económico en lugar de discutir otros temas del cine, alejaba a los gremios de los cineastas. ¿Qué opinión le merece esta afirmación?
-Lamentablemente la historia de un director de cine no es la de un pintor, que es un lienzo y un individuo. Yo para hacer una película necesito 70 personas atrás, es un trabajo de equipo y ese equipo cuesta dinero. Una película virgen en el caso de Miranda, con una proporción mínima de filmación (4:1), con una película que es Kodak, imperialista, norteamericana, cuesta 80 millones de bolívares, sin contar las cámaras, el revelado... Entonces evidentemente que el factor económico pesa.
-El que rueda la Villa va por más de 4 millardos de bolívares (2 millones de dólares) ¿En cuánto salió su producción?Miranda
-Mi película costó un millón de dólares, la de Luis Alberto Lamata no sé, pero es evidente que al ministro no le gustó mi película de Miranda y encargó un proyecto distinto. Yo le deseo toda la suerte a Lamata y creo que Miranda es un personaje que da para muchísimas películas. Ahora, me hubiera encantado tener la posibilidad de hacer una película con muchos más recursos.
-Oscar Lucien hablaba de discriminación en el cine venezolano. ¿Suscribiría esta idea?
-Sería interesante que lo de Danny Glover nos llevara a sincerar los precios, a decir que el CNAC debería reformularse: si una película cuesta cuatro millardos, cómo es que la mía cuesta dos, vamos a ser sinceros. Por qué el techo no puede ser cuatro millardos entonces.
-¿Entonces sí habría discriminación?
-La distorsión viene desde el momento en que se rompen los cánones, cuando tenías un solo organismo, que era el CNAC, donde la gente concursaba, y ahora creas una Villa, se crea un organismo paralelo. Como cineasta te encuentras con dos opciones, una en la que entras por concurso, otra en la que no hay concurso, donde no hay topes. Habría que evaluar eso, cómo hacemos una justa medida.
-¿Qué queda por hacer en el cine nacional?
-Yo tengo 37 años metido en el mundo del cine y siempre he luchado, y lamentablemente es una decisión política que nosotros no podamos participar, perder la pluralidad del CNAC es un error político, así como me parece que es un error de parte del ministro en este momento histórico meterse en un problema con los cineastas, cuando simplemente están dando una opinión. Hay cosas que se consideran indefendibles y una de las cosas que son indefendibles desde mi punto de vista, y yo pudiera estar equivocado, es el hecho de darle 18 millones de dólares a un extranjero cuando a ningún venezolano se le ha dado esa cantidad.
agomez@eluniversal.com
"Considero que darle 18 millones de dólares a una sola persona (Glover) es poner todos los huevos en una sola cesta"
Diego Rísquez (1949) es sin duda uno de los cineastas más consolidados de Venezuela. Con 37 años de carrera, cuenta entre sus películas con Bolívar, sinfonía tropikal (1980), Orinoko, nuevo mundo (1984) y las taquilleras Manuela Sáenz (2000) y Francisco de Miranda (2006). Rísquez fue además presidente de la Asociación Nacional de Autores Cinematográficos (ANAC) durante 2000-2003.
Para un hombre que se encuentra tan involucrado en el mundo del cine venezolano no es ajeno el hecho de que se pretenda desconocer por parte del Ministerio del Poder Popular para la Cultura, la actividad que los gremios han llevado a cabo por 30 años. Pero más allá de la coyuntura y de una de las gotas que derramó el vaso (la película que dirigirá Danny Glover sobre el líder haitiano François Dominique Toussaint-Louverture, donde el Estado venezolano participará con 38 millardos de bolívares), hay un cine, una industria, muchos sueños, de los que habla el realizador en esta entrevista.
-La decisión del Ministerio de romper con los gremios se da paralelamente con la crítica que éstos hicieron a la coproducción con Danny Glover. ¿Qué opinión le merece lo que está pasando?
-Mi postura es muy sencilla: considero que darle 18 millones de dólares a una sola persona (Danny Glover) es poner todos los huevos en una sola cesta. Es tanto el esfuerzo de hacer una película en Venezuela: según el CNAC (Centro Nacional Autónomo de Cinematografía), cuesta un millón de dólares (...) Entonces gastar 18 millones de dólares en un solo proyecto me parece que es una falta de meditación. Una película venezolana genera 100 empleos directos y alrededor de 1.000 empleos indirectos, hay una cantidad de gente que se beneficia.
-Pero el Estado argumenta que esta película dará espacio al cine venezolano en el exterior con una figura de renombre, que generará empleos, plazas para pasantes...
-Perfecto, pero estamos hablando de 18 millones de dólares, con los que se podrían hacer al menos 18 películas en Venezuela. Seguramente, la película de Glover en vez de tener 100 personas involucradas en el proyecto, como es una superproducción, tendrá 300; y en vez de 1.000, se van a beneficiar 3.000, pero eso es en un tiempo de cuatro meses. Nosotros cada vez que hacemos una película metemos en cada departamento aprendices, muchachos jóvenes, eso por un lado. Si me dicen que este es un caso inédito, es mentira: aquí vino a filmar Steven Spielberg, rodó una parte de Aracnofobia, han venido los españoles, vino Disney, han venido los franceses, los italianos, pero la gran diferencia es que esta gente traía capital exterior y lo gastaba en Venezuela. Qué me van a decir: ¿que es por la unión latinoamericana? Puede ser, pero ¿por qué es un líder afrodescendiente? Pero si nosotros tenemos muchos héroes afrodescendientes que podríamos rescatar también: tenemos al Negro Primero, al Negro Miguel, a Josefa Camejo y pare usted de contar. Entonces yo no entiendo la actitud del ministro cuando el gremio o personas como yo estamos diciendo que no es correcto entregarle 18 millones de dólares a una sola persona.
-¿Por qué pasan de un momento de armonía con el Estado a esta ruptura?
-Eso es lo que resulta inconcebible, porque nosotros podemos tener diferencias, pero las diferencias se discuten, para eso somos personas adultas. Yo no tengo por qué opinar como tú en todo y tengo todo el derecho a disentir en un momento dado, eso es normal en la vida. Nosotros hace tres meses, después de muchas discusiones con el cine, logramos establecer unas mesas de conversación con lo que es la Plataforma del Cine y el Ministerio.
-Aunque Juan Carlos Lossada, coordinador de dicha Plataforma, dice que no se llegó a acuerdo alguno...
-Yo no te puedo hablar de las siete mesas, pero en la número uno, en la que estaba también Lossada e Iván Zambrano (presidente de ANAC), creo que se avanzó en ciertas posiciones y se llegó a ciertos acuerdos.
-¿Como cuáles?
-Por ejemplo, yo no puedo estar en contra de la Villa del Cine porque es una cosa que beneficia a todos los cineastas, yo puedo estar en contra de una política del ministro a lo mejor, cómo maneja la Villa, pero yo tengo una crítica muy específica que es: si nosotros después de tantos años habíamos logrado que existieran jurados de selección, para que la gente sintiera un poco más de seguridad y tuviera la sensación de transparencia, si en el CNAC hemos tenido una Comisión de Estudio de Proyectos, donde hay distintos sectores, con profesionales de carrera, por qué en la Villa no puede existir.
-Pero las autoridades del cine insisten en deslindar la labor del CNAC y la de la Villa; por otra parte, han ratificado que el Estado tiene derecho a ser discrecional en la asignación de ciertos proyectos ¿Cuál fue el acuerdo entonces?
-Esa es una cosa de afuera pa' dentro y no de adentro pa' fuera, porque esa sugerencia que yo expuse fue aceptada y me llamaron hace dos semanas para que yo fuera jurado de los proyectos de largometraje. En esa comisión están Chalbaud, Carmen Roa, Carmen Luisa Cisneros, Laura Romero.
-¿Cómo combatir la aparente intención del Ministerio de dividir y crear gremios paralelos?
- Yo creo que el cine es un medio absolutamente combativo. Yo creo que cada quien tiene su conciencia como para opinar y cada quien hablará de sí mismo. Yo tengo una trayectoria en el cine, mucho antes de que esta temática del cine histórico apareciera en pantalla, entonces a mi no me van a cortar con ese cuchillo de cartón, ahí están mis películas. Ahora, el hecho de que tú como ministro de turno me digas que no tengo derecho a disentir, yo no estoy de acuerdo, lo siento mucho, yo sí estuve en las discusiones, participé en la mesa número uno, para qué, para tratar de colaborar en que el cine venezolano sea cada vez mejor. Nosotros tenemos una Ley por algo: porque hemos sido el gremio más combativo que ha habido en el mundo del arte, no puedo aceptar que te manipulen, que tienes que hacer esto porque sí, yo hago las cosas por mi conciencia.
-Lossada criticaba recientemente que estar centrados exclusivamente en el tema económico en lugar de discutir otros temas del cine, alejaba a los gremios de los cineastas. ¿Qué opinión le merece esta afirmación?
-Lamentablemente la historia de un director de cine no es la de un pintor, que es un lienzo y un individuo. Yo para hacer una película necesito 70 personas atrás, es un trabajo de equipo y ese equipo cuesta dinero. Una película virgen en el caso de Miranda, con una proporción mínima de filmación (4:1), con una película que es Kodak, imperialista, norteamericana, cuesta 80 millones de bolívares, sin contar las cámaras, el revelado... Entonces evidentemente que el factor económico pesa.
-El que rueda la Villa va por más de 4 millardos de bolívares (2 millones de dólares) ¿En cuánto salió su producción?Miranda
-Mi película costó un millón de dólares, la de Luis Alberto Lamata no sé, pero es evidente que al ministro no le gustó mi película de Miranda y encargó un proyecto distinto. Yo le deseo toda la suerte a Lamata y creo que Miranda es un personaje que da para muchísimas películas. Ahora, me hubiera encantado tener la posibilidad de hacer una película con muchos más recursos.
-Oscar Lucien hablaba de discriminación en el cine venezolano. ¿Suscribiría esta idea?
-Sería interesante que lo de Danny Glover nos llevara a sincerar los precios, a decir que el CNAC debería reformularse: si una película cuesta cuatro millardos, cómo es que la mía cuesta dos, vamos a ser sinceros. Por qué el techo no puede ser cuatro millardos entonces.
-¿Entonces sí habría discriminación?
-La distorsión viene desde el momento en que se rompen los cánones, cuando tenías un solo organismo, que era el CNAC, donde la gente concursaba, y ahora creas una Villa, se crea un organismo paralelo. Como cineasta te encuentras con dos opciones, una en la que entras por concurso, otra en la que no hay concurso, donde no hay topes. Habría que evaluar eso, cómo hacemos una justa medida.
-¿Qué queda por hacer en el cine nacional?
-Yo tengo 37 años metido en el mundo del cine y siempre he luchado, y lamentablemente es una decisión política que nosotros no podamos participar, perder la pluralidad del CNAC es un error político, así como me parece que es un error de parte del ministro en este momento histórico meterse en un problema con los cineastas, cuando simplemente están dando una opinión. Hay cosas que se consideran indefendibles y una de las cosas que son indefendibles desde mi punto de vista, y yo pudiera estar equivocado, es el hecho de darle 18 millones de dólares a un extranjero cuando a ningún venezolano se le ha dado esa cantidad.
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